El uso de las redes sociales para comunicarse de forma efectiva con el público objetivo de la compañía cada vez está siendo mayor. No solo las grandes empresas las utilizan con este objetivo, sino que las pymes también se van uniendo a esta forma de promoción. En el caso de las empresas de mayores dimensiones, el objetivo principal puede ser reforzar su imagen de marca, pero en el de las pequeñas y medianas empresas, suele ser darse a conocer a sus posibles clientes.
Una vez tomada la decisión de introducir nuestra empresa en las distintas redes sociales, debemos seguir un plan que nos ayude a realizarlo de forma efectiva. Para ello, pueden seguirse las directrices que Juan Merodio apunta en su artículo "Cómo lograr acciones exitosas de marketing en redes sociales", resumidas a continuación:
- Definición de objetivos: ¿Por qué queremos que nuestra empresa esté en las redes sociales? Es la primera pregunta que debemos responder antes de tomar decisiones al respecto. Los primeros pasos, además, irán destinados a la creación de una comunidad que valore lo que ofrecemos, no la venta directa.
- Presencia actual de la empresa en Internet: Es indispensable averiguar la imagen que da nuestra empresa en Internet, ya que hoy en día existen multitud de páginas de referencias sobre una gran cantidad de compañías. Además, debemos tener en cuenta la presencia de la competencia, así como las opiniones de líderes de opinión en blogs, por ejemplo.
- Público objetivo: Este paso va enfocado a conocer quiénes son y dónde están. Una vez identificados debemos intentar conocer sus gustos, lo que supone un factor esencial para dar con la tecla de lo que debemos hacer para que nos elijan sobre la competencia.
- Monitorización: Utilizada para estar al tanto de qué se opina sobre nosotros en las redes sociales. Es conveniente estar al tanto no solo del nombre de la empresa, sino también de los productos, los directivos, la competencia, etc.
- Gestión diaria de la reputación online y contenidos: En este apartado, la gestión de las redes sociales depende del tipo de empresa que tengamos. Así, mientras que para una gran empresa resultaría más efectiva la contratación de un community manager, para las pequeñas y medianas puede ser una buena opción repartirse el trabajo entre el personal.
- Redes sociales a utilizar: La elección de las redes debe ir en consonancia con el punto 3, la delimitación del público objetivo. Las más habituales son Facebook, Twitter, YouTube y LinkedIn, pero pueden variar en función de la presencia del colectivo que nos interesa.
- Una estrategia distinta para cada red social: La compañía no debe hacer lo mismo en dos redes sociales distintas, sería duplicar esfuerzos de forma innecesaria. Si no conseguimos enfocarlas de forma diferente, sobra una.
- Herramientas promocionales de pago: Además de las muchas posibilidades que las redes sociales ofrecen a las empresas de forma gratuita, existen variantes dentro de ellas que permiten promocionarlas a cambio de un pago económico. Un ejemplo de estas herramientas sería Facebook Ads.
- Acciones promocionales gratuitas para seguidores: El plan detallado sobre el uso de las redes sociales debe tener en cuenta formas de promocionar sus productos como concursos, acciones personalizadas, promociones exclusivas, etc.
- KPI: Imprescindible para medir si la labor que estamos realizando tiene alguna influencia en nuestro negocio. KPI (Key Performance Indicator) es el indicador que nos mostrará hasta qué punto vamos por buen camino en la consecución de nuestros objetivos. La herramienta Google Analytics puede ser de gran ayuda a la hora de cuantificar este proceso.
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