En primer lugar, las redes sociales pueden clasificarse según el público al que se dirigen y a su temática:
- Redes sociales horizontales: Su público objetivo no está definido, es decir, son aptas para todo tipo de usuarios ya que no poseen un tema concreto.
- Redes sociales verticales: Al contrario que ocurre en las horizontales, las redes sociales verticales sí se estructuran en torno a un tema. Este tipo de redes está diseñada para atraer a los colectivos interesados en el tema central de la plataforma. Dependiendo del grado de especialización, se pueden clasificar en:
- Redes sociales profesionales: Permiten a los usuarios de estas redes la interactuación a nivel profesional.
- Redes sociales de ocio: En este caso, las redes están destinadas a reunir colectivos de personas que tengan interés en la cultura, el deporte, el cine, etc.
- Redes sociales mixtas: Une características de las dos anteriores, ya que fomenta el tratamiento de temas relativos al ámbito profesional como al personal.
- Redes sociales humanas: La intención de este tipo de redes no es otra que incrementar las relaciones personales entre sus usuarios a través de su trabajo, sus aficiones, etc.
- Redes sociales de contenidos: En este caso, la relación se produce mediante la publicación de contenido que los usuarios poseen en su ordenador.
- Redes sociales de objetos: Poseen un carácter más novedoso que las dos anteriores. El objetivo de estas redes es unir marcas y lugares. El auge de este tipo de redes se demuestra con el incremento del número de usuarios en, por ejemplo, las redes sobre difuntos.
- Redes sociales sedentarias: La red social va evolucionando gracias a las relaciones entre las personas y la información que comparten.
- Redes sociales nómadas: A las carácterísticas propias de las redes sociales sedentarias, añaden el aprovechamiento de la localización geográfica del usuario.
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